Como ecualizar

Escrito hace 197 días por admin, en Música Sin comentarios

La ecualización de un equipo de música es un proceso complejo que requiere de mucha experiencia y buen oído. Pueden llegar a pasar años hasta que logremos una ecualización perfecta para cada canción.

Dentro de una buena ecualización entra también el gusto personal, pero lo más importante es la experiencia real, ¿como voy a poder ecualizar correctamente algo que no sé cómo suena en la vida real?

En este artículo aprenderemos los básicos para ecualizar equipo de música y hacer que  suene lo más armonioso posible a nuestros alumnos.

Breve introducción al sonido: la frecuencia

El sonido es la vibración de un medio elástico, bien sea gaseoso, liquido o sólido. Las ondas generadas por la fuente sonora producen ciertas variaciones de presión en el medio (por ejemplo, el aire o el agua), y esto es lo que permite que sean percibidas por el ser humano (si bien no percibe cualquier variación; si es demasiado rápida o demasiado lenta no la escuchará). Es por ello que en el espacio cósmico no hay sonidos, ya que falta el medio por el que deben discurrir: en el espacio sólo hay vacío, y por ello no pueden haber variaciones de presión audibles.

Partiendo de esto, podemos definir la frecuencia del sonido como el número de vibraciones (ciclos) que produce una señal sonora por unidad de tiempo (el segundo). La unidad correspondiente a un ciclo por segundo es el herzio (Hz). Las frecuencias más bajas en herzios se corresponden con lo que habitualmente llamamos sonidos “graves?, sonidos de vibraciones lentas. Las frecuencias más altas en herzios se corresponden con lo que llamamos “agudos” y son por ello vibraciones muy rápidas.

Como hemos insinuado antes, el ser humano no puede captar cualquier vibración; el espectro de frecuencias audible variará según cada persona, pero se acepta como media el intervalo entre 20 Hz y 20 kHz. Así que en este rango de frecuencias existe todo lo que nosotros podemos oír; más alla están los ultrasonidos (por encima de 20 Khz) y los infrasonidos (por debajo de 20 Hz), que sí pueden captar algunos animales con un sistema auditivo más desarrollado.

Los ecualizadores tienen básicamente estas dos aplicaciones :

Resolver problemas

Los ecualizadores se pueden utilizar como filtros, para atenuar o eliminar frecuencias que molestan, ruidos o interferencias que se mezclan con el sonido. Por ejemplo, el hum producido por una mala fuente de alimentación se reduce atenuando en 50-60 Hz aproximadamente. El hiss, tan común en los cassettes, se puede disminuir atenuando las altas frecuencias. Por lo general, los problemas ocurren en un rango determinado de frecuencias, por esto es que los ecualizadores paramétricos son los ideales para este propósito. Otro problema común es el del enmascaramiento: un instrumento con una resonancia o un pico en una frecuencia. Si bien este instrumento suena bien solo, al mezclarlo con otros puede interferir en la claridad de éstos, por lo que es recomendable atenuar estas frecuencias, comprimirlas o limitarlas.

Afectar a la personalidad de un sonido

Los EQ también pueden variar el carácter de un instrumento. Esto se logra alterando la frecuencia fundamental o los armónicos, teniendo en cuenta siempre que si se alteras todos los instrumentos por separado y luego los mezclan no se asegura un buen resultado de la mezcla.

Conoce tu equipo

Un equalizador consta de diferentes partes, algunos de ellos tienen un botón normalmente marcado con ‘EQ’, el cual hace que el aparato tome en cuenta la ecualización configurada o si está desactivado usa una estandar.

Los diferentes ecualizadores tienen diferentes números de deslizadores o perillas, pero generalmente tienen menos de 10. Las frecuencias más bajas están a la izquierda y las más altas a la derecha.

Pasos

Paso 1

Siéntate frente a tu equipo musical para que todos los altavoces estén equidistantes de ti y ubicados en forma simétrica. Mantén el control del ecualizador frente a ti. Para hacer esto en una sala grande sería importante que se hiciera entre dos personas, uno de ellos frente el ecualizador y el otro en el centro de la sala.

Paso 2

Lleva todos los controles a ’0′ en el medio formando una línea recta. Si tienes más de un conjunto de ecualizadores nivelalos todos en ’0′ y haz cambios simétricos en todos los grupos.

Paso 3

Dale al play con tu sesión favorita.

Paso 4

Aumenta la frecuencia de los bajos hasta el máximo. Haz esto en todos los grupos de ecualizadores.

Paso 5

Aumenta la frecuencia de los agudos al máximo. Nuevamente, hazlo en todos los grupos.

Paso 6

Haz ajustes en estas dos notas extremas para ver hasta dónde prefiere tu cerebro las notas graves y agudas. Es importante ir haciendo los cambios de entre 10 y 15db a la vez máximo, ir haciendo pruebas hasta conseguir el sonido que más nos guste.

Paso 7

Una vez que conozcas tu gusto sobre las notas extremas, ajustar el resto será fácil. Lleva el control del medio primero al máximo y luego bájalo lentamente hasta que llegues al nivel deseado. Acabas de configurar un patrón personalizado de tu ecualizador gráfico. Juega con el resto de los controles para obtener la más óptima calidad de sonido.

¿Hay que usar los EQ cuando grabas o cuando mezclas?

Si se graban todos los canales por separado, lo que usualmente se hace es grabar con todos los EQ planos y ecualizar durante la mezcla. Esta es la mejor solución, porque las cosas cambian cuando se escuchan todos los instrumentos al mismo tiempo. Si, en cambio, tienes que hacer premezclas antes de grabar, debes ecualizar antes de premezclar. También debes saber que, en tomas de micro, antes de usar un EQ debes intentar lograr ese cambio de tono cambiando de lugar los micrófonos. Esto le da un efecto más natural que utilizando el EQ. Para acabar, recuerda que los EQ suelen trabajar mejor cuando se utilizan sutilmente (variaciones de 2 o 3 db pueden ser suficientes).

El error más común es comenzar agregándole graves a todo; así la mezcla sonará grave y turbia. Si haces eso podrías pensar que subiendo los agudos se arreglará el fiasco, pero verás enseguida como los medios suenan débiles… y se descontrolará todo. Un buen consejo es utilizar la EQ con bypass para ir escuchando y controlando la ecualización en todo momento.

Conclusión

Con este artículo no pretendemos que os convirtáis en unos técnicos de sonido profesionales, en cambio esperamos que os sea útil para mejorar el sonido de las salas indoor.

Fuentes:

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