Los diez mandamientos de un instructor de ciclo indoor

En este articulo repasamos los 10 mandamientos que todo instructor de ciclo indoor no debería violar jamás. Una pequeña lista para recordar todo lo que debemos hacer (o no hacer) en nuestras clases para nunca perder la magia y hacer que nuestras clases estén siempre llenas de alumnos contentos.

Da lo mejor de ti

Siempre muestra lo mejor de ti en cada clase. Una de tus misiones es la de motivar a los clientes y darles ánimos. Hablar sobre el mal día que hemos tenido o la falta de sueño de la noche anterior no le importa al cliente que está pagando para ir a nuestras clases. Recuerda que eres un actor y el gimnasio es tu escenario, vamos a mantenernos dentro del personaje.

Trato personalizado

Siempre es de agrado que demos a los asistentes a nuestras clases un trato personalizado, eso hace que los clientes se sientan a gusto y bien atendidos, sobretodo a los que acaban de empezar, o a aquellos que no son del todo regulares. Ayuda a crear una conexión con ellos y hacer que se sientan uno más del grupo. Personalmente me encanta dirigirme sobretodo a aquellos que lo están dando todo sin rendirse clase tras clase. Dándoles este pequeño apoyo puede que sea la diferencia entre acabar la clase o perder la motivación por cansancio.

Viste como lo que eres

Todos sabemos que no se debe juzgar un libro por su portada, pero la realidad es que las primeras impresiones cuentan, y mucho. La forma en la que vayamos vestidos a nuestras clases influirá después en lo enserio que nos tomen. Nuestro cerebro sólo tarda una media de siete segundos en crear una impresión sobre alguien, incluso sin abrir la boca. Puede que seas la persona más segura de sí misma, simpática y el mejor instructor del mundo, pero si no vistes con ropa apropiada y calas, jamás te tomarán enserio. Así que no olvides jamás tu maillot y tus calas.

Dos orejas, una boca

Siempre debemos empezar nuestras clases con estas tres preguntas: ¿Hay alguien nuevo? ¿Alguien necesita ayuda con los ajustes de su bicicleta? ¿Hay alguien con alguna lesión o inconveniencia médica que debamos saber?. Cuando escuchamos a nuestros alumnos  podemos servirles mejor y evitaremos sustos innecesarios. Y tampoco olvidemos la regla de oro: Si les prestas atención, ellos te la prestarán a ti.

Crea confianza

Cuando dices que vas a hacer algo, asegúrate de poder hacerlo antes. Si por ejemplo prometemos traer una música especial o a cambiar el perfil de una clase, es importante que lo hagamos, si fallamos a nuestros alumnos, se crea una desconfianza que no es nada buena para nuestras clases.

Ve más allá de lo que se espera de ti

Vamos a aceptarlo, hay otros gimnasios, otros instructores y otras clases. Qué es lo que estás haciendo para que tus alumnos tengan ganas de volver día tras día? Qué es lo que puedes hacer para que no olviden tus clases? Quizás sólo con saber la música que les gusta e incorporando alguna en nuestras sesiones (aunque no sea de nuestro agrado) podría ser un principio. Tomarnos nuestro tiempo para crear un perfil que replique el terreno de alguna montaña conocida de la zona podría marcar la diferencia entre tú y los demás.

Haz preguntas sobre qué no gusta de tus clases

Si algo hemos aprendido del marketing online, es la importancia que tiene la opinión de los clientes para que algo triunfe. Si puedes preguntar a tus alumnos lo que mejorarían de tus clases sería una forma de ver lo que quizás nosotros no veamos. Con esto también enganchamos más al alumno y lo hacemos sentir valorado.

La buena educación es un plus

No hay nada más bonito que decir sinceramente un «gracias» o un «por favor». A quién no le gusta sentirse respetado? Si sientes que en la clase del día se han esforzado mucho no te cortes en agradecerles el esfuerzo que han realizado, o el tiempo que han pasado con nosotros. No te limites a sólo dar las gracias, hazles saber por qué.

Actúa con integridad

Como instructores de ciclo indoor, tenemos la obligación ética y profesional de mantener a nuestros alumnos seguros y sin riesgos innecesarios. Evita movimientos contraindicados, no critiques a ningún alumno ni a ningún compañero de profesión. Siempre tenemos que estar abiertos a las criticas constructivas y agradecerlas, y de esta forma aceptar la responsabilidad por la cual nos llaman instructores.

Nunca pares de aprender

Intenta siempre ser el mejor. Leer más, aprender más, comparte tus conocimientos en tus clases. No seas aquel instructor que se certificó hace años y no ha vuelto a leer nada sobre ciclo indoor desde entonces. Recuerda que es tu responsabilidad el estar informado y al día sobre nuestro mundo. De esta forma sin darte cuenta te convertirás en una referencia para tus alumnos y quién sabe, quizás en la industria de nuestro deporte.

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